Un hombre como yo tiene que tener algo loco para mantenerme sano. En mi caso, tengo a una chica a parte y ella me suministra las cosas que más aprecio en la vida – escat y vomitar. Sí, vivo por cada gotita de su desagradable líquido corporal. En este momento, ella me arrojó una corriente de vomito de su boca y me lluvió encima, justo como me gusta. Después, quita sus pantaletas sucias y me hace lamer la escatia sucia que estaba en ellas.