Así será tu mañana. Estás encostado en el asiento del inodoro, mi esclava Kat entra y comienza a ocuparse de sus negocios. Ella se comba su cabello, limpia sus dientes, y tú esperas quieto para que ella use a tu boca para su propósito intencionado, usándola como un inodoro. Mira cómo sale de su hermosa anus una larguísima y jugosa heces. ¡Venga, no detengas, coma todo sin dejar rastro!