Permito que el insignificante chico tenga su desahogo, un desahogo por lo menos miserable!! Arrodillado en el suelo, con su feo rostro como apoyo. Cubro su cara con mis calcetines sucios de gimnasio y mantengo a él debajo de mis pies sucios durante todo el tiempo–solo obtiene desahogarse como apoyo de pie, mientras respira el olor fetido de las piezas suyas de su dueña femenina!!