Todos en la mercé, cebolla sucia se masturba con un cigarrillo

Cuán encanto me produce cuando la blanda, fragrante y pudrida merda cubre el baño de mi mujer. Es tan hermoso, sensual, perverso. lo que me hace feliz es que ellas lo disfrutan a sí mismas. Estar en la merda, sentirse sobre la piel, esparcirse por todo el cuerpo y luego caminar por todo el día sumergido en el olor y el hueco de la merda, disfrutan de ello. Algunas veces limpian la merda y se la comen tranquilamente por trozos. Se postran y se exhiben frente a mí, mostrando qué perversos suciosos son. Me encantan estos días y a veces les permito mucho, incluso casi todo.

Nota personal: Este contenido refleja actividades sexuales consideradas tabúes y no convencionales. No se debe tomar como una recomendación o sugerencia para la práctica en el mundo real.

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