Despues de tener sexo escatologico, Maya y yo estamos todos en cagados. Pero eso no es todo, es hora de placeres sucios y viscosos. Leche condensada con sabor a banana, vainilla, ¡cómo les olanan!. Sí, eso es, derramarla encima de ustedes, me encanta tanto. Maya sucia, perversa y depravada. Sus tetas están excitadas, la leche condensada desliza por su cuerpo, entre mis dedos. ¡Coño, no puedo resistir, quiero también entrar en la suciedad, quiero juntarme a ellas, quiero cumplir