Recientemente, mi esclavo marido, relajado, comenzó a mostrar su carácter y mal hacer la tarea en el hogar. Decidí darle una lección y mostrarle su lugar. Le dije que limpiara el tapiz en el suelo. Estiró, retozó y limpió mal. Bien, no quejas, tú mismo me diste la razón para castigar y azotarte. Para empezar, colocé mi favorito plug grande en tu ano y lo dejé allí por media hora. Le estiré el ano hasta el límite. Y disfruté de tus gemidos. Luego, consolide la lección, tomé una látigo y lo azoté bien. Tu ano se volvió rojo por completo con la costumbre. ¿Qué estás diciendo allí? Tendrás que obedecer y hacer todo. Bien, tendré que creerlo, de lo contrario sabes lo que te espera querida y más