Despues de enseñar a esclavas mujeres a fister a esclavos y extraer hecesa de sus anuses, me toca lo que apasionan y quieren hacerlo. Están fisteeando, entrando en anuses sucios, sacando hecesa, probándola, esmear sus miembros con hecesa y sucando, sucando pene hasta que chorre una hirvienda de spermatozoides en sus bocas y caras. Son mis perversas lindas de baño, mis hermosas sucias
1. Sucia que goza de fistear esclavo con hecesa
¿Qué eres tú, puta. Disfrutaste metiendo la mano en el anus sucio de ese esclavo. ¡Sígueme, no detengas fisteeandolo! ¡Veamos cuánta hecesa sale de su anus sucio! ¡Tú, puta sucia, cogedor de pene, comer de hecesa! Suce un pene en la hecesa, más, bien hecho. Llena tu boca de hecesa, has convertido en una verdadera perversa de baño. ¡Sí, me gusta tanto! Lámalo su anus sucio, suce su pene, quiero que llenes tu boca de semen con hecesa. ¡Sí, eres mi perversa de baño!
2. Sacan, sucianse ellas mismas con hecesa de sus anuses
Entreno a todas mis esclavas mujeres a sacarse comida sucia para sí mismas, hecesa de anuses. Me gusta ver su confusión y sorpresa cuando su mano se mete en un anus lleno de hecesa. Me gusta verlos sonreir al ver cómo la hecesa cubre su mano con su pulpa calida y que estén felices de empezar a mezclarla. Sacan su mano cubierta de hecesa, la suelen esmear la cara y el cuerpo, probarla, lamer sus dedos, mano. Ellas todas lo disfrutan por primera vez, porque son mis comederas de hecesa, les gustan los juegos sucios, les gusta la hecesa y, claro, el semen con hecesa. Mi nueva esclava mujer, Maya, no es una excepción. Está feliz probando hecesa de anus, sucando pene sucio en hecesa y tragando semen con hecesa. Es mía, mi sucia.