Iniciamos con las mujeres caminando por la tienda y seleccionando productos para la competencia. Decidimos realizar un concurso – cuál de las mujeres come frutas de vacas más rápido. Sus culos rodados y succulentos tenían una sexualidad añadida, pero el hecho de que aún deseaban defecar lo hacía aún más atraente! Ellas me urgían constantemente: más rápido, quiero defecar. Realizamos el concurso y las mujeres se turnaban llenando mi boca con sus dulces y matutinas heces!