Quiero a mis damas del baño, que dejen de ser reservadas con el uno another, para que comiencen a interactuar. Tomé diferentes latazos de salsa y les dije que se mancharan a sí mismas y se mancharan el uno another. Al principio, estaban renuentes incluso tocarse, retiraban sus manos al tocar un poco. Pero después de cinco minutos, ya sonreían y reían, empezaron a entusiastamente manchar la mezcla viscosa en sus cuerpos. Me gustó mucho, me acercó más juntas y ya han comenzado a comunicarse y comprender su naturaleza. Son tan diferentes, pero al mismo tiempo similares, son todas mis damas del baño, mis pequeñas pervertidas