Despues de comer una segunda ronda de terneras frescas, esta vez de la Reina Aya, la boca del esclavo de la merda estaba completamente marrona y negra debido a capas frescas y masticadas de merda. Su boca sucia estaba ahora en las anus de la reina, limpiandolos y esparciendolos al mismo tiempo con la dorada brownie de sus entrañas. Terminando de limpiar el recipiente en el suelo con los ojos cerrados, el esclavo de la merda hace un reconocimiento agradecido y murmura sus agradecimientos carinosos por el premio más merecido que cualquier esclavo de merda podria pedir.