Este esclavo confió en mí para una sesión de dominación y me pidió que hiciera lo que quisiera.
Después de jugarle un poco con las uñas, decidí mostrarle que no soy juguete, me pongo los guantes de boxeo y comienzo a golpearle en el ingle, pero la parte divertida vendrá cuando comience a golpearle sus genitales, los utilizaré como si fueran una pera rápida hasta que se rinde.