Los movimientos tranquilos y vivir el fetiche están en el centro. Sin perder palabras, la joven misteriosa se asienta sobre el rostro fijado. Miss Yara viste una prominentísima mascara de cuero que completamente cubre su rostro. Parece diferente de lo usual.
Los dos acordan sin comunicación sobre lo que sucederá. La bien formada cintura salpica provocativamente fuera de la falda. Al instante que está a alcance de la lengua, ésta realiza su trabajo sin ser pedido y dispuesta. La roseta se regala y animada para donar. El pene se estimula suavemente con la mano…