A partir de este momento, la dominatrix continúa sentada sobre la cara de la esclava y la aplastando alternativamente con su trasero y su vagina! Con el paso de cada segundo, se vuelve más agresiva, llegando a un punto en el que empieza a defecar en la garganta y la cara del hombre! Cuando ya no pudo más, procede a hacerlo peor para él al esparcir su feces por su cara! Finalmente, se sienta de nuevo encima de él y esparce el resto de su heces por su cuerpo y pene, hasta su pleno gozo!