Segundo paso: esclavitud al baño

Mi esclava se apoderó del sabor de mis heces. Es hora de aprender a comerlas. La segunda lección de esclavitud al baño – Si la esclava no quiere o no puede comer heces, es necesario empujarlas más profundamente en la garganta. Atrópate pero las ingiere, comienza a comer, mis heces. Sí. Mi método funciona

Ver Video Completo