¿Podrías recordar a tu antigua compañera de clase? Sí, esa. La venganza es dulce y es por eso que me encargó el trabajo de secuestrar y torturarte con tactos! Ella sabía que el tacto te hace realmente apetitoso y ahora estás allí debajo mío, atado, silenciado y torturado.
¿Puedes sentir tu pene? Muy apretado, no? Claro, lo había encerrado previamente en una jaula de castidad!