Despues de juegos viscosos con dulces mudas, mis sucias se fueron a ducharse uno a uno. Sasha fue la primera en entrar en la fuente de baño, todo manchada, pero feliz. Tomo mucho tiempo en ducharse, y a la vez, una sonrisa radiante no abandonó su rostro. Ella ama ser sucia, incluso en la mercancía, en cualquier cosa.