Esta putita Sasha me gustaba tantas veces fistrarme y torturarme con múltiples orgasmos que ahora me pounza en mi vagina y anus con tanta alegría en cada oportunidad. Yo suspiro, me agito y cumplo repetidamente. Y esta pequeña pichona sonríe maliciosamente y hace caras, intentando prolongar mi tortura con un orgasmo aún más.