¿Qué haces? Pensé al entrar en la cocina. Sasha, mi inocencia depravada y alegre, estaba poniendo la mesa. Estoy listo para el desayuno, dijo con una sonrisa misteriosa. Colocó el cutlería en la mesa y se sentó con su cintura colgando sobre el plato. Sale un cepillo de color marrón claro de su anus. Contente, se sentó a la mesa y comenzó a comer su desayuno sucio de su propia merda. Chiquito pervertido