Saborear su pene como una paleta, lamerla, llevarla más profunda y más profunda en garganta. Pero lo que quiero más, es sucionarlo en heces sucias. Cuando este sabor único, diferente, se introduce en mi boca, me enciendo, me excita hasta que no puedo más, me abrazo al pene en las heces con más pasión. ¡Mmm… ¡Sí, heces en mi boca, hundelo más profundo por mi garganta, hermoso gran pene! ¡Ah, es una blasfemia, estoy en el cielo! Siento que estás volviéndote más y más tenso. ¡Sí, el orgasmo está a punto, muy pronto voy a obtener tu dulce semen mezclado con heces. ¡Oh, más, más, dame más sperma, eyaculaciones! ¡Tú no puedes darme más, así que orino en mi boca! ¡Sí, es una blasfemia, estoy en el cielo!