Despues de fumar, Maya terminó de beber del chorro de heces. Mirando lo que quedaba, se arrepintió y dijo: “Pity que haya sido tan poco. No comí suficiente heces, ahora el chorro de heces no es suficiente para mí. Se acercó a la fuente y se relajó, comenzando a orinar y areluctantemente lavándose los restos.