Mi esposo esclavo es un poco perezoso. Está acostumbrado a las esclavas mías, una o otra, sirviéndome constantemente y estando cerca de mí. Y se relajó, se olvidó de sus deberes. Ahora lo recordaré. Comencemos con limpiar mi ano, y disfruto, sentarme sobre su cara, dejarle sufrir. Luego lo hago tener sexo oral con mi mano, primero con una mano, luego con dos manos. Entra ya con mis dos manos, y mugires como en la porn, sedúceme esos sonidos. Y claro, es hora de la mañana para el baño. Abra tu boca de baño, te defiero. ¿Cómo me gusta el sabor de mi heces hoy? ¿Qué murmures? Demasiado delicioso para ti, comienza a comer y a tragar