Estamos de acuerdo y rogamos por ser tus inodoros, solo necesitamos encontrar en qué consiste en engañarnos. Es hora de continuar capacitando a tu esposo esclavo de inodoro. Y sé dónde apretar, para que mi esposo inodoro pida que yo sea mi fecalia en su boca. Junto con la esclava, hicimos una sesión sin palabra detenida. Él no puede resistirse a pedirme que soy su inodoro. Lograré mi método, él comerá mi heces.