Mi amigo y yo esperábamos con nuestros vibradores en el cubículo de gloria, buscando a alguien hambriento de pene, y sin demora llegó alguien para entretenernos, timidamente comienza a masturbar nuestros vibradores y poco a poco se familiariza con nuestras bocas, y al ver que disfruta a su vez, mi amigo y yo nos acercamos a él para encenderlo en más puto. Sabía manejar vibradores y sorprendidos, nos dejamos allí, quizás un pene real le llegue…