¿Qué más eres que nuestro siervo, perdedor! Un siervo que tiene que hacer exactamente lo que nos mandamos. Ahora vamos a usarte como nuestra ashtray viviente y tú tienes que ingerirlo. Además, abrirás ampliamente la boca para nuestra baba y, para completar nuestra dominación, tomarás el olor de nuestros pies. ¡Acechad y sujete nuestros pies, esclavo perdedor!