Mi perritito en la correa se acerca y presenta mis $1,700 de alquiler completo con sus dientes. Buena persona!! Permito que lame mis botas mientras contaba para asegurarme de que su tonto no se equivocó…y encuentro un adicional de $25. Con cola (penis) agitando, pequeño besuquero de botas me explica que fue un propina para su diosa. ¡Qué?! Veinticinco dólares?!?!Es más como una broma! Hago que me moleste en mis Gianmarcos calientes, hago que tenga que saborear las solas y lamer el suelo (especialmente donde hago que me tome). Extraña cosa, si su perezoso as fuera solo con el monto exacto de alquiler, no habría tenido problemas…