Es una hermosa y cálida noche de verano. Ídeal para castigar un poco a la esclava Masolina afuera… Está firmemente atada a manos y pies sobre tablillas de madera. Esclavo número 5, como la llamo, se arrodilla a su lado y casi no puede moverse … Primero la trabajamos un poco a nuestro esclavo maso con látigos, reciben golpes en los senos y el púbis. Su boca la mantengo cerrada porque es muy gritona … Además se utiliza el látigo y alguna cera de velas. Tan cruel me separo sus labios con los dedos y Kristin deja caer sobre el cuntu desnudo. ¡Qué placer!… Además, número 5 puede recibir un poco de dolor y castigo … Una sesión exitosa, apetitosa como me gusta…