Esta enfermera sabía que la bondad diaria no curaría a este paciente misteriosamente enfermo. Sabía la receta para su tratamiento – una dosis diaria de bocanadas y vomito! Con el corazón generoso que tenía, se metió las manos profundamente en su garganta y vomitó sobre la cara del paciente! Además, sopló su nariz con todo lo feo que tenía y le lanzó el snoto sobre la cara asimismo!