Como en todo lo demás de su vida, ella tiene la necesidad de hacer cosas diferentes a lo normal. Esto incluye orinar y cansarse y para esto, nada le sirve mejor que su indispensable baño humano, quien está demasiado dispuesto a ingerir todo y cualquier cosa que sale de ella. Ella sube su falda y se posa sobre el orificio. Deja fuera una pila calida de heces, directamente a sus hambrientos y abiertos labios. Él las ingiere todo y lama sus labios y dientes limpios de heces.