Está dispuesto a hacer lo que sea para ser aceptado por las mujeres de la oficina. Las mujeres deciden ponerlo a prueba. Hacen que se desnude y se postre en el suelo y hacen que cumpla sus órdenes. Las mujeres toman turnos en orinar en un recipiente de vidrio. Les muestran el rostro y les hace beber y lamer todo el orina. Después, se sientan encima de su cara y le hacen servir sus cuntas lujuriosas.