Oh, Dios mío, qué me falta Maya. No la hemos visto casi todo el verano y ahora me doy cuenta de lo mucho que me falta. Sus manos suaves, su toque tan suave, sus labios rosados, todo me da una inmensa gozosidad. Sí, hazme amar, Maya, sí, masturbar mi vagina, me haces un puñetazo. Estoy por defecar, abre la boca pronto, tengo mucha merda para ti. Mmm… ¡qué placer es! Sabor mi merda, esparrállejala por tu cara, disfruta