Máxima conforto para Cristina. Cristina se sentía un poco enferma, su nariz no respiraba bien. Hoy estaba en un mal humor. Para facilitarle la vida, decidió que yo me alimentara a mi mismo, y ella bailaría encima de mí para mi placer y usaría diferentes calzas. La montaña era realmente grande y no pude ver cuánto pesaba sobre mi cara – al parecer que había comido casi todo y podía descansar, comenzé a sentir mi cara y me di cuenta de que aún quedaba mucha basura cerca de mi boca. Esta vez, Cristina había acumulado mucha orina y me usó completamente y duro! Para que Cristina no estuviera enojada contigo, intenté soportarlo y hacer todo lo que ella me ordenaba lo más rápido posible.