Cuán agradable disfrutar en casa envuelta en heces, pero lo que más me encanta es tener a mi esclava mujer a mi lado y también envuelta en heces. Jugamos, reímos, disfrutamos y el olor a heces siempre estamos acompañados. Esto es un sinnúmero de sentimientos de completa libertad y relajación. Ninguna vergüenza, estar sucio todo el día, tener sexo con mi esclava disfrutando de cada momento. ¿No es esto la felicidad de la vida?