La vagina de Masajes siempre ha tenido un olor acre y pungente, el tipo de vagina que no te hubieras pensado en comer hasta que se desmayara de placer. Yo lo sé, porque soy el inodoro humano, y veo sus encantos secretos todos los días. Ella siempre comienza su hecesa con una ducha putrefacta, porque le gusta guardar su líquido dorado durante horas. Acecho el olor que llega a mi cara, hasta mi pecho. Me calienta realmente bien. Puedo oler su anus, su abertura se abre perfectamente para revelar un durísimo turdo que ya se está bifurcando en punta. ¡Este tiene que ser un verdadero duro y tiene un olor deliciosamente feo también! Ella le gusta la carne y las bebidas extrañas, claro. Su turdo se bifurca de nuevo antes de que su anus precioso pinche, dejando escamas de hecesa alrededor de su preciosa orina. Voy a lamer eso más tarde. Pero primero, necesito comer este delicioso bifurcado…
Brown y majestuoso, y todo solo para mí.