La pequeña esclava de mullo se fija firmemente en el banco de tuercas para no escaparle. Primero estira su ano con sus manos. Comienza con sus dedos, luego con la mano completa hasta que el perdedor gemea de dolor. Pero aún queda el gran estrapón por hacer. Madita intercambia el estrapón y le hace un duro trabajo en el anus peludo de este. Disfruta mucho de dominar a su esclavo y le lava la cabeza! Después de haberle dado un asalto cruel a su ano, el pequeño perdedor debe sucionar el estrapón y se le permite masturbar su pene de perdedor. Pero quien come en el suelo debe limpiarlo a sí mismo con su lengua!