Madame Ellen: el esclavo de baño de Señora Simone de Chicago fue enviado a mí para mejorar su rendimiento. Una especial placer para mí, ya que sé cómo animar a los esclavos del baño a rendirse a su mejor. No me apoyo en la violencia, sino solo en mis poderes de persuasión. Y con este esclavo, todo salió maravillosamente. Él superó con éxito su primer día.