Hoy el esclavo tiene que limpiar mis botas de latex adecuadamente hasta que brillen como nuevas. Está constantemente lamiendo, pero este insólito tonto se queda atascado en un solo área de mi botita. Después de que le dije que también debía cuidar el resto de mis botas, su lengua sigue corriendo de regreso a esa área. ¿Qué problema tienes para entenderme, idiota? Nunca tuve un esclavo tan malo en limpiar botas de licking. Claro que es una razón para castigarlo. Su cara sufre de mi palmo duro – luego saldrá de la habitación! Ahora es tu turno. No puedes ser peor que este desgraciado. Comienza a lamer, esclavo – ¡venga! ¡Puedes jugar tu pene mientras lamas mis botas! Voy a contar desde treinta y en cero y a CERO tú te jercarás directamente sobre mis botas!