Mi esclavo español ha llegado para servirme. Ha expresado su deseo de probar platos italianos típicos, pero con un giro inesperado: tendrá que comer mi caviar, directamente de donde proviene. Será todo un desafío, ya que se trata de una gran comida y tendrá dificultades para terminarlo todo. Sin embargo, es mejor que se sacie, ya que es todo lo que comerá durante este fin de semana.