Estoy en mi gimnasio privado listo para la sesión de entrenamiento diario, una dominante como yo siempre debe estar fuerte y en forma. Comienzo con un ejercicio básico, el sentado, pero después de un tiempo me doy cuenta de que no lucho lo suficiente, toma más peso, toma mi bolsa personal… Llamo a la esclava y le explico que deberá actuar como bolsa para hacer más efectivo mi entrenamiento. Levanto y resume el sentado con el esclavo en mi espalda: ¿cuánta potencia en mis piernas, ahora estoy entrenando realmente bien. Sin ponerlo bajar, luego comienzo a correr en círculos mientras está asombrado de ver mi fuerza. Desplazome a ejercicios para brazos y espalda y lo levanto como una muñeca y camino por el cuarto. A continuación, me arrojo en el suelo, deja que tome mis zapatos, levanto solo con el poder de mis piernas y hago que vuelva a volar como un avión. Para terminar el entrenamiento quiero probarlo: coloco un sillón, pongo mi pierna derecha y hago que suba a caballo sobre mi pierna. Está evidentemente excitado mientras estoy en este puesto, aplasto sus testículos en medio de este estado de ánimo, luego camino por el cuarto con él en mis hombros y luego decido recompensarlo: hago que se siente de nuevo sobre mi rodilla y comienzo a masturbarlo, luego lo suspo para aplastar sus testículos y al mismo tiempo él continúa masturbándose hasta que llega a la climax y luego me arrodillo para besar sus pies.