Cinco mujeres y sus momentos de relajación. Chaten sobre la fiesta a la que asistieron, fuman una cigarra, tengan a disposición a un humano retenido en una caja de cabeza a la que pueden dirigir toda la humida y el humo en su cara, escupan en su boca y utilicen su lengua para arrojar cenizas y apagar sus cigarrillos. Bellas y malas.