Mi amiga Gabriela y yo deseamos divertirnos de una manera más original hoy. Teniendo a cuatro esclavos a nuestra disposición, los hacemos mentir juntos para formar un solo tapete y comenzamos a caminar de ida y vuelta sobre ellos. Ambas alternando y al mismo tiempo. Aplastamos sus cuerpos, sus cabezas, saltamos sobre sus vientres. La intensidad aumentará más y más, los tapetes no tendrán un momento de descanso, y eventualmente uno tras otro se retirarán destruidos, excepto uno. Tendremos piedad del último superviviente? Claro no! Nuestros pies le castigarán hasta que se retire también.