Aquí estoy en versión Miss Navidad … Tengo muchas sorpresas para este esclavo … Y hoy decidí darle mi peso, mis talones y mis pies! Un traspaso de placer y dolor de Navidad, con talones hundiéndose en la carne y desapareciendo en su grasa. Y una vez que se retiran las botas, mis pies aplastan, saltan, hunden con todo mi peso y trampolan su cara repetidamente. ¡Feliz Navidad, esclavo mío!