Brilla mi vestido y mis zapatos para encantar a mi pequeña esclava que sigue mis órdenes y suciona mis tacones. Después de un tiempo quiero que ella quite mis zapatos porque quiero pisotearla con mis pies descalzos en su espalda. Ella es realmente pequeña y casi tengo miedo de que la rompa, pero ella se muestra realmente resistente… Su espalda ruge inicialmente pero luego resiste incluso mejor que a mis esclavos masculinos y, como recompensa, me permito que lame mis pies.