Somos artistas de trampada, y hoy estamos disfrutando aplastando a este almohadón humano bajo nuestros tacones. Solo es el comienzo, pues una vez retiradas, continuamos con nuestros pies envueltos en pantyhose. Su cara, atrapada en el cajón de la cabeza, desaparece al encontrarnos ambas sobre él.
¿Se nota que somos una pareja unida?