Hoy tuve una gran sesión de entrenamiento en el gimnasio y ahora, mientras descanso, es el momento ideal llamar a mi esclavo. Él está acostumbrado a limpiar mis solas para siempre mantener mis zapatillas limpias, pero hoy quiero que haga algo diferente. Empieza a limpiar mis solas, creyendo que tiene su tarea habitual, limpia mis tenis, pero después de un tiempo descubre que hoy hay más: Hago que tome sus zapatillas y le muestro mis suetas y sucias! Él no lo esperaba, pide que detenga, pero yo lo tengo cerca con el lazo y aplasto mis pies en su cara. Debe oler bien estas suetas sucias, debe aprender a hacer lo que no le gusta si su Señora lo quiere!