No puedo contenerme por probar este nuevo herramienta que me hice construir a mi costa, una caja de cabeza para mantener la cabeza de la esclava quieta mientras hago lo que quiero con él. La calidead es terrible y bebí una deliciosa coca rala, ¿qué mejor oportunidad para inaugurar la caja de la cabeza que una sesión de soltando bocanadas en su rostro? Disfruto ver su reacción al humillarlo burlándome de cerca de su cara como una leonessa.