Si este caballo quiere convertirse en parte de mi estable, debe aprender a reconocer mi huella. Yo le acerco teniendo en mi mano un varón. Veo en sus ojos el miedo de ser castigado. Pero no quiero usarlo para castigar, sino como herramienta para mantener siempre mis bikinis delante de su cara. Y así lo hago. Quito, los pongo en mi varón y como un caballo con un carroty, se arrastra por el cuarto obedientemente. No sé si le excita más olfatear o sentir mi desnudidad descansando en su espalda. Este caballo fue bueno … apoyó mi peso, se levantó en dos piernas y ahora puede reconocer mi huella … Ahora forma parte de mi estable