Aún siento en mi zapatilla el salivar del esclavo de zapatillas sucias, le había ordenado claramente que solo lamiesen mis zapatos y no tocar mi pie, pero falló en seguir instrucciones tan sencillas y merece una buena castigo. Tiene un hermoso reloj nuevo, lo compró acumulando mucho dinero, trabajando durante meses y ahora exigo. Lanza el reloj al suelo y lo trampa duramente hasta que quede destruido por completo mientras el esclavo llora desesperadamente viendo todas sus ahorras ir a la chimba. Después de haber destrozado el reloj, lo devuelvo a él y, al momento de enviarlo, noto una hermosa tableta inteligente emergiendo de la bolsillo de sus jeans… Y entonces exijo que también, mismo tratamiento reservado para el reloj, el esclavo lloraba, decía que lo necesitaba para trabajar, pero yo solo no me importo y destrozo la pantalla mientras continuo ofendiéndolo.