Mi esclava permaneció atada en este nicho durante mucho tiempo en mi fortaleza, el Reino de Escarlata, estaba esperándome pero en el tiempo que faltaba estuve haciendo otras cosas. Cuando regreso me siento hambriento, pero no es comida lo que quiero, quiero a ella, su piel, su carne… Comienzo a morderla casi en todos lados, pero es cuando mis dientes hundidos en sus tetas que ella ya no puede reprimir sus gritos de dolor. Ella también se excita sentir mi boca en su cuerpo, pero en el largo plazo la dolor prevalece mientras moro y la destrozo como una felina salvaje. Estoy lleno ahora y aún no he mordido nada bajo su cintura, pero lo reservo para la próxima merienda