La tortura puede ser tan cruel como sensual. Y hoy este esclavo lo Experimentó… Cuando le dije que sería un día de latex, no imaginaba que además de los vestidos de su Señora, él mismo iba a llevar algo. Y así, encerrado en la caja de cabeza, desnudo, encuentra a sí mismo con una mascarilla de gas que le dificulta respirar. Yo me desplazo alrededor de él, lo observo. Lo veo que soy mi propiedad. Pero quiero sentirlo también. Quiero sentir su caluroso soplo y dejarle sentir mío a través del tubo. Quiero sentir su miedo. Quiero oírlo luchando porque no puede respirar. Y así, bloqueo la única abertura que le permite respirar. Muchas veces. La bloqueo con mi mano, con mi seno, con mi trasero, con mi templo divino. O sufo en él. Está en problemas. La miro y le digo que hoy no es el tiempo para descansar a pesar de ello.