Este esclavo es un principiante en el culto a las botas… Quería experimentar y agradarme. Lo que no sabía era que soy realmente muy exigente y si no lo satisfacía tendría que castigarlo ineludiblemente. Ordeno que adore mis botas, primero haciéndolo olfiarlas y luego lamiéllas. Comienzo de las solas y me queda sorprendida, parece que se queda con ello. Luego le pido que se mueva hacia arriba y es una desgracia, parece que está lamiendo helado! Esto me desmaya y le pido que detenga y le doy una dura lección de palizas en la cara hasta que caiga al suelo mientras explico que debe ser sensual cuando adora mis botas. Vuelve a intentarlo… y es increíble… la lección ha tenido efecto, ahora lama mis botas como si fueran mis piernas, tal y como debe ser. Ahora es hora de sugerir… Pero el esclavo toma la iniciativa para lamer la sola de nuevo y me enoja. ¿Podría haberlo ordenado? Debe seguir órdenes y respeter lo que digo! Otro secuencia de palizas sonoras, luego hago que se postrara en el suelo y lo use como apoyo de pie. Tal vez me dará más satisfacción así.